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La historia hasta ahora...

 

La Agencia T.I.M.E

El viaje temporal fue descubierto durante el siglo XXII por un científico llamado O. B. Ronn. La Agencia T.I.M.E se fundó con la ayuda de las corporaciones más poderosas con el objetivo de encargarse de las amenazas descubiertas durante las primeras incursiones temporales, principalmente la existencia de dimensiones paralelas y realidades alternativas. El equipo, localizado en Suiza, donde se encuentra el acelerador de partículas, estaba compuesto por un pequeño número de científicos y de voluntarios bien entrenados.

 

La Agencia desarrolló un protocolo de transferencia temporal estricto y estableció reglas con la intención de evitar paradojas, brechas temporales y otras anomalías. Además, se desarrolló una inteligencia artificial que observaría y analizaría las incontables variaciones creadas por las realidades alternativas descubiertas por los agentes.

 

Al poco tiempo, la Agencia T.I.M.E descubrió que el continuo espaciotemporal primario, el que había conducido a su creación, debía ser protegido a toda costa contra manipulaciones externas para evitar la destrucción de la Agencia... y del resto de la humanidad con ella.

 

La Agencia se trasladó a los límites de la exploración espacial humana por motivos de seguridad, tanto temporal como física. Algunas de las especies extraterrestres descubiertas durante la expansión fueron invitadas a unirse al proyecto T.I.M.E. Había mucho que aprender de sus distintas experiencias.

 

También se descubrieron enemigos: los syaans parecían caóticos y tenían su tecnología propia para moverse a través del tiempo y las realidades, pero sus objetivos entraban en conflicto con los de la Agencia. Los elois eran incluso más misteriosos y parecían ser proclives a causar destrucción. La Agencia descubrió que las acciones de ambas especies habían erradicado varias realidades.

 

Durante el transcurso de su misión, varios agentes descubrieron que el futuro de la Agencia y del continuo espaciotemporal primario estaba en peligro. Existían demasiadas facciones dentro de la propia Agencia y, como consecuencia, sus intereses entraban en conflicto con los del Consorcio (el órgano de gobierno de la Agencia) lo que, a su vez, impedía el reclutamiento. Con la mayoría del personal de la Agencia enredado en politiqueos y burocracia, eran pocas las acciones útiles que podían llevarse a cabo, lo que solo consiguió complicar la situación.

 

La esperanza Marcy

A pesar de todo, un pequeño grupo (O. B. Ronn, Laura, Razovsky y Bob) tomaron las riendas en secreto y establecieron un plan de contingencia arriesgado. La misión que implicaba a Marcy Cullingan, una joven americana del siglo XX, demostró ser, tras varias simulaciones de la IA, la única manera de salvar a la Agencia. Pero esto requería una modificación significativa del continuo espaciotemporal primario.

 

En esta línea temporal principal, también conocida como TN (Tiempo Neutral), Marcy falleció en un experimento de laboratorio cuya finalidad se mantuvo en secreto. Para salvar a la joven, la Agencia no tuvo más opción que autorizar una distorsión temporal: la inyección de un virus en la «realidad» que provocó que aparecieran zombis en una pequeña ciudad estadounidense en 1992. El concepto TN, la línea temporal sagrada que se debía respetar a toda costa, se convirtió en una mentira.

 

Los agentes implicados pronto descubrieron que los syaans habían participado secretamente en esta misión para facilitar el rescate de Marcy, asentando los cimientos de una reconciliación dubitativa.

 

Marcy siguió con su vida en este nuevo continuo espaciotemporal, sin el conocimiento de T.I.M.E, modificando ligeramente el futuro para incluir su propia salvaguarda...

 

Nuevo salto

Mientras tanto, el peligro que amenazaba con la destrucción de la Agencia se acercaba cada vez más: varios informes basados en la investigación cuántica revelaron que el propio protocolo de viaje temporal había provocado la caída de T.I.M.E. Cuando se iniciaba un «salto» temporal, aparecía un cubo de respaldo cerca de la localización de la misión. Cada cubo es un residuo físico de las distorsiones creadas por la Agencia. Si se dejan en dicha realidad, los cubos simplemente desaparecen con el tiempo. Sin embargo, muchos agentes tenían la costumbre de traerlos de vuelta como recuerdos.

 

Se pensaba que esos cubos no era más que avatares tecnológicos, imposibles de reproducir o de usar para conseguir cualquier beneficio tangible. Sin embargo, los elois descubrieron que sería posible triangular la localización de la Agencia con un conjunto de estos cubos. Conseguir los suficientes fue una tarea difícil y tediosa ya que la Agencia conocía los objetivos de los elois. Con ayuda de sus aliados secretos, los syaans, intentaron truncar los planes de los elois.

 

A pesar de ello, la Agencia no pudo evitar que los elois lanzaran su ofensiva durante la operación Madame.

 

Afortunadamente, los precursores del plan Marcy recibieron un aviso con suficiente antelación para que un pequeño grupo de agentes recién reclutados, Tess y su equipo, utilizaran la energía de los cubos para transferir, en el último segundo, parte de la Agencia a un destino misterioso. Se han trasladado a una isla en algún lugar de la tierra, una isla que posee características temporales específicas que, de alguna forma, protegen a sus habitantes de la aniquilación provocada por los elois.

 

La Agencia T.I.M.E, tal y como la conocíais, ya no existe. Sois los únicos que quedan con la esperanza de hacer resurgir algo de sus cenizas. Si tenéis suerte, quizás seáis capaces de preservar y estabilizar la realidad. La supervivencia de la humanidad y de otras especies inteligentes del universe depende de ello.

 

¿Seréis capaces de promover una alianza con los syaans? ¿Encontraréis a Razovsky y O. B. Ronn? ¿Como escaparéis de los elois? T.I.M.E no existe. Debemos empezar de cero. Ahora vosotros definiréis el futuro de la Agencia.

 

¡El segundo salto de TIME Stories empieza ahora!

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